Os recomendamos este artículo de Ester Vivas. En él se describe el impacto real de la cadena Mercadona inflije en las economías locales. El impacto se hace notar de forma dolorosa en el lugar de origen de la producción, en los trabajadores, y en el comercio local que desplaza. Una realidad muy distante, y de hecho opuesta, al mito que la empresa se ha encargado de difundir.
El contraste lo explica este otro artículo de Mikel López Iturriaga en El País. En él se nos explica una alternativa ética a los supermercados del destajo como la que plantea CoopMercat. Productos éticos a precios justos a ambos lados de la cadena y dando trabajo a la gente que más le cuesta encontrarlo. De momento, puedes visitarles en el Barrio de Gràcia de Barcelona.