El seguro tiene la loable función social de reducir la desigualdad
que se genera cuando se producen hechos poco probables,
en lenguage del sector, los siniestros.
Esta misma función la puede cubrir la solidaridad:
Las personas de la comunidad cubren a la persona en desgracia.
Para poder cubrir desgracias mayores,
ya es necesario establecer fondos de solidaridad.
Esto serían las mutualidades a las que se le pagan las cuotas.
Otra forma diferente de cubrir el riesgo es que una persona o entidad con capital suficiente
se comprometa a cubrirlo, a cambio, se quedaría las cuotas que en una mutualidad irían al fondo de solidaridad.
De esas cuotas una parte iría a la reserva para cubrir eventuales siniestros
y la otra a gastos y generar beneficio que es lo que motiva al capitalista a hacer esta función.
La motivación capitalista por generar dividendos para sus accionistas
puede acabar derivando en cosas poco éticas como
evitar atender siniestros,
cobrar la máxima cuota que acepte el mercado haga o no falta para cubrir los siniestros,
o invertir el fondo de reserva en actividades contaminantes o belicistas.
Las corredurías son entidades que hacen de intermediarias entre el asegurado y la compañía. Las corredurías éticas buscan el seguro más adecuado dentro de los seguros éticos. Ellas mismas siguen los criterios de seguros éticos.
Los seguros éticos gestionan el 2,5% de las primas
Los seguros éticos gestionan un volumen de primas de 1.628.765.990 euros,
lo que supone un 2,5% del volumen de primas total en España.
Así lo revela el Barómetro de las finanzas Eticas 2019,
según recoge este articulo de El Salto entre muchos otros
datos sobre finanzas éticas.
La cooperativa de seguros Seryes publica un interesante vídeo que explica,
desde su punto de vista,
la historia en España de los seguros cooperativos
hasta llegar a la situación actual.
Entre otras se mencionan otras alternativas actuales como
Atlantis y Arç con las cuales tienen sinergias.